Te sueño con las manos hacia atrás, sintiendo el roce de la hierba entre tus dedos. La cabeza inclinada hacia arriba, acariciada por una brisa suave y nueva. Los ojos cerrados, perdidos en un cielo naranja de párpados plegados y formas diminutas que nadan, caprichosas. Los oídos acompasándose en la rítmica cadencia de las olas, rompiendo bajo el acantilado. El olor del mar y el de la pradera, entremezclados, limpios. Mis labios, dejando sobre los tuyos el sabor inconfundible de un beso repentino y tierno. El calor de mi mano entre tus piernas, estremeciéndote de pronto. Sentir. Sentirte. Con todo...
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7 comentarios:
señor mio, una no puede leer estas cosas sin sentir un estremecimiento. Y es que mis carnes están a punto para ser acariciadas. Estoy en plena madurez y, por lo tanto, en plena ebullición. Un gusto llegar a ésta su casa, por cierto, me encanta ese cuadro de Klimt que ha puesto usted en su cabecera.
Saludos de mis cochinos que dan buenos tocinos
Precioso como lo describiste..hasta aqui llego ese olor a hierba y mar.
Un besito y una estrella.
Mar
...Sentir, sentirte y con todo, sigue siendo un sueño.
Fantástico relato lleno de muy picante morbo, felicidades por su blog, a y suerte con su premio.
entre la picardia y la rima bien hecha te quedo perfecto excelente
espero leerte mas
Lo mejor de usar los sentidos para el sexo es cuando notas que pierdes... el sentido
Excelente, y maravillosa imagen también.
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