La luz del fango

Publicado por Delfín

11/9/08


No existen las princesas encantadas.
Tampoco los príncipes azules en sus corceles blancos.
Sólo existen hombres y mujeres.
Y la vida... esa puta, encantadora y cruel.

Nos enseñaron a ocultarnos,
como si fuéramos culpables de nuestra debilidad.
Nos engañaron.
Somos hermosos porque lloramos.
Porque la vida nos puede, y persistimos,
aunque el amanecer nos sorprenda
colgando del abismo.

Amémonos abiertos en canal.
Besemos nuestros rastros, nuestras taras.
Dejemos los adornos para los cuentos de hadas.
Despojémonos de todo lo que sobra:
fuera la ropa,
fuera el temor,
fuera las dudas.
Fuera los estúpidos convencionalismos.

Ven, amor mío,
y ábreme cada una de tus puertas.
Abre tus labios, tu coño, tus heridas.
Llévame junto a ti a través de tu cielo y de tu infierno.

Tomaré entre mis manos cada fantasma
para besar su frente con ternura,
porque sé
que en cada esquina de tu alma,
habitas tú.

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